LA REFORMA EDUCATIVA

Una de las tareas del Estado Mexicano, es la de garantizar una educación incluyente y de calidad para todos los mexicanos, conferida en el artículo 3° de la CPEUM[1] se reconoce como un derecho humano que, como tal, debe cumplir con cuatro principios básicos: universalidad, indivisibilidad, interdependencia y progresividad.
El sistema educativo mexicano es de los más grandes del mundo, lo que de manera natural implica la existencia de una serie de retos y por ende la necesidad de implementar mayores estrategias.
Según datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) nuestro país cuenta con:
- 30,909,211 de alumnos cursando la educación obligatoria
- 1,515,526, de docentes
- 243,480 de escuelas/planteles:
En México se han alcanzado importantes logros en las últimas décadas. La cobertura en educación primaria en México ha llegado a ser casi universal, pero aún existen carencias en la oferta del servicio que se brinda en las diferentes entidades federativas, con marcadas diferencias de las zonas rurales y urbanas.
Existe todavía un número importante de niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que no asisten a la escuela (cerca de 1.7 millones de niños y 1.4 millones de niñas). De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, el 2% de los niños de 6 a 11 años no asisten a la escuela porque tienen que trabajar o debido a impedimentos físicos. En el grupo de 12 a 17 años, aumenta a 16.2 por ciento.
De acuerdo, al Módulo de Trabajo Infantil 2017, la primera causa por la que la población de 12 a 14 años no asiste a la escuela es por falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a la escuela (48.3%), seguida por la falta de recursos económicos (14.2 por ciento), donde los sectores pobres o más vulnerables no puede acceder a la educación y, si lo hacen, muchos de los que ingresan no concluyen.
En próximos días el Congreso de la Unión discutirá una nueva propuesta de reforma educativa, que aunado a los cambios que ya contempla, pueda incluir además aspectos como:
- Valores cívicos y laicos.
- Promoción de una sana convivencia social y el respeto por los recursos naturales.
- Generación de las capacidades intelectuales, culturales y científicas que necesitan los estudiantes en el mundo cambiante que estamos viviendo.
- Garantizar el financiamiento adecuado para el mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento de las aulas.
- Mejoramiento de la calidad de los contenidos de enseñanza-aprendizaje,
- Preparación y dedicación del personal docente.
La reforma educativa, debe permitirnos contar con un país más justo, con mayores capacidades productivas y ser el motor del cambio y la movilidad social.
[1] Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos. https://bit.ly/2PH7E1i